Enero. Un día de lluvia, un poco de frío, demasiadas nubes en el cielo, contemplas el paisaje que te rodea, y de repente el profesor te llama la atención. Te cambia de sitio, y te pone al lado de una de las personas que no conoces, y que en ese momento tampoco te gustaría conocer. Van pasando los días, las semanas, los meses... vas haciéndote amiga de él, y llega un momento en el que, te pasa algo, pero no sabes el que.
No lo sabes, no tienes ni idea de lo que sientes, pues nunca antes habías sentido lo que sientes al ver a esa persona. Nunca antes habías sido tan feliz con tan solo una mirada de esa persona.
Y es ahí, justo en ese momento, cuando te das cuenta de que lo que sientes se llama amor. Es la primera vez, y tienes miedo. Miedo a no ser correspondida, miedo a no saber lo que hay después del amor...
Pasa el tiempo... eres feliz a su lado, aunque solo sea como una simple amiga. Todo va bien, todo. Y llega un momento en el que, toda esa felicidad desaparece de pronto. Tiene novia. Sí, eso mismo. Novia. ¡Como pudiste! Lleva tres meses con la novia... ¿Y tu? Tu mientras tanto, haciendo la tonta con él, creyendo algo ilógico, algo imposible, creyendo que podía, pero al final no.
Tres meses... tampoco es tanto tiempo, piensas. Pueden cortar. ¿Y qué es lo único que consigues diciendote eso? Engañarte a ti misma..Marzo ya, como pasa el tiempo... Lo miras de nuevo a él, una sonrisa sale de su hermosa boca. De esa boca que, darías la vida por besarla.
Lo quieres, y te das cuenta de ello... Lo amas muchísimo y quieres tenerlo, pero no puedes, lleva cinco meses con la novia…. :(
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